Emily y Sloane siempre han sido mejores amigas. Pero, justo antes del que debería haber sido el verano más épico de todos, Sloane simplemente... desaparece. Y lo único que deja atrás es una lista de cosas por hacer.
En ella, hay trece tareas que Emily no haría jamás. Pero ¿y si sirvieran para devolverle a su amiga? ¿Coger manzanas por la noche? Vale, eso es fácil. ¿Bailar hasta el amanecer? Claro. ¿Por qué no? ¿Besar a un desconocido? Eh...
Emily ahora se enfrenta a un verano lleno de sorpresas, aunque contará con la ayuda inesperada de Frank Porter para tachar elementos de la lista de Sloane.
¿Nadar desnuda? Espera... ¿qué?
PRECIO 18.00 USD
Amy no quiere que llegue el verano. Su madre ha decidido mudarse al otro extremo de los Estados Unidos, y ahora Amy tiene que llevar el coche de California a Connecticut. El problema es que, desde la muerte de su padre en un accidente de tráfico, no se siente capaz de ponerse al volante. Y aquí entra Roger, un amigo de la infancia que también debe viajar al otro lado del país, y que carga con sus propios problemas.
A medida que avanzan, ambos descubrirán que las personas que menos esperas pueden convertirse en las más importantes y que a veces es necesario dar algunos rodeos para llegar a casa.
PRECIO 25.00 USD
La familia de Taylor no es que esté demasiado unida... Pero no es por falta de afecto, simplemente, están todos muy ocupados. Pero entonces el padre de Taylor recibe una noticia devastadora, y sus padres deciden que la familia va a pasar el verano, en la casa de las montañas a la que solían ir hacer tiempo. Embutidos en una casita diminuta, la familia empieza a conocerse de nuevo. Pero, además, Taylor descubre que personas que creía haber dejado atrás, siguen ahí. Su antigua mejor amiga está allí, así como su primer novio... y es mucho más guapo ahora que tiene diecisiete que cuando tenía doce. A medida que pasa el verano y Taylor se da cuenta de que su rival es el tiempo y que, a pesar que su especialidad es huir de las cosas, está es una batalla que no podrá eludir. Pero, sin embargo, a veces, hay tiempo suficiente para las segundas oportunidades... tanto con la familia, los amigos y con el amor.